Los fracasos de la Municipalización en América Latina.
Aunque conocidos son los casos del fracaso de la municipalización de la educación en los países latinoamericanos donde ciertos gobiernos neoliberales la impusieron como parte de sus reformas educativas de privatización, es necesario volver a recordar esas experiencias.
Es necesario hacerlo por cuanto hay gobernantes y funcionarios, incluidos parlamentarios que, en lugar de estudiar los casos donde realmente se dio la municipalización y ésta fracasó, se ufanan en buscar “modelos” donde no existen (Finlandia y Cuba, en ese caso). Podrían haber viajado a Chile para que vean cuáles son los restos de las escuelas municipalizadas por Pinochet. También a Argentina para comprobar lo que dejó el gobierno neoliberal de Saúl Menem con su política educativa de privatización y municipalización.
El caso chileno es el de mayor relevancia en las experiencias de municipalización de la educación en América Latina bajo la dirección del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Es relevante no solamente porque fue el primero en América Latina, sino porque los gobiernos neoliberales que vinieron a partir de fines de los 80 del siglo XX lo consideraron una especie de modelo, como parte de la reforma educativa neoliberal. Pero luego de las evaluaciones del rendimiento escolar se comprobó los resultados negativos en las escuelas municipalizadas, en las directamente privatizadas y subsidiadas. No hubo, pues, un mejoramiento de la calidad educativa. Pero lo más negativo fue observado en 1990, cuando la Concertación Democrática asumió el gobierno luego de la derrota política del candidato de Pinochet: todas las escuelas municipalizadas se encontraban abandonadas, con escasez de alumnos y con una administración calamitosa. El gobierno decidió “recuperar” cinco mil escuelas e invertir en ellas. Toda la reforma educativa neoliberal de Chile fracasó. Lo que algunos llaman “educación de calidad” en Chile es la que conservan, para sus fines, las clases dominantes en sus centros privados, donde forman a sus cuadros técnicos al servicio del gran capital, pero estas escuelas solo cubren un % mínimo de la matrícula, como escuela de una élite que maneja ese país. Por supuesto que hay algunas universidades del Estado que mantienen el nivel que tenían desde mediados del siglo XX, antes de la reforma neoliberal, como ocurre en el Perú con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos que, pese al abandono presupuestal por el gobierno central, todos los años ocupa el primer lugar en las ciencias médicas, a lo que se suma su prestigio en el campo de las ciencias sociales, las ciencias políticas y las ciencias del lenguaje.
Lo que ocurrió en Argentina es más calamitoso, porque se trata de un país que tenía, hasta los años 80, el sistema educativo más avanzado de América Latina, con una población escolarizada y de un nivel escolar promedio superior al de los demás países de este subcontinente. La reforma educativa de Saúl Menem, entre 1990 y 2000, procedió, entre otras políticas de Estado, a municipalizar la educación, la salud y hasta el servicio de la policía. Como el presupuesto girado por el gobierno central era insuficiente, como lo es en el Perú, las municipalidades tuvieron que resolver el faltante. Hacia 1997 los gobiernos provinciales se encontraron en falencia económica para pagar las remuneraciones de los servidores públicos, recurriendo a los vales cambiables en los centros de comercio. Menem dejó su país en bancarrota y su sistema educativo en completo caos. ¿Cuánto ha costado su “reforma” y cuánto está costando, en los años que van del siglo XXI, resolver los problemas creados?
¿Y Nicaragua? Desde 1990, cuando la presidenta Violeta Chamorro empezó a imponer las políticas neoliberales, también estableció la municipalización de la educación y obligó a los maestros desintegrar su sindicato nacional y organizase en sindicatos provinciales (municipales). Como siguió siendo sustituida por otros gobernantes neoliberales, la municipalización de la educación continuó hasta hace tres años, en que el nuevo gobierno sandinista se ha propuesto reestructurar el sistema educativo de Nicaragua. ¿Qué ocurrió? No solamente se deterioró más la educación pública escolarizada, sino que se abandonó el seguimiento de la alfabetización, de manera que este flagelo cultural volvió a Nicaragua en menos de quince años. Con el gobierno sandinista actual se ha vuelto a recuperar la alfabetización. ¿Se interesaron las municipalidades en resolver los problemas de la educación? En caso de que se hubieran interesado, ¿tuvieron la capacidad económica y profesional para hacerlo?
¿Qué ha ocurrido en Brasil, Honduras, México y Bolivia, por ejemplo, con la municipalización de la educación y con toda la reforma educativa neoliberal? Los cantos de sirena de los reformadores se han esfumado, pero no se escucha ninguna autocrítica de su parte.
¿Y qué está ocurriendo con la municipalización "piloto" en el Perú actual?.
El 2006 el gobierno aprista anunció su decisión de municipalizar la educación y estableció su Plan Piloto apelando a los argumentos que hemos mencionado líneas arriba. En su discurso de anuncio, el Presidente Alan García afirmó que las municipalidades tienen la capacidad para conducir la educación.
La primera evidencia es que la municipalización no ha estado, en ningún momento, en la agenda de los gobiernos locales. Ningún evento de la AMPE lo ha planteado como parte de su programa administrativo de las ciudades y pueblos. Es el gobierno central el que les ha “propuesto” la transferencia de la educación primaria. La mayoría de los gobiernos municipales incluidos en el Plan Piloto han aceptado sin un mayor análisis del significado de tal política educativa. Algunos de ellos, incluso, se han sentido “honrados” por haber sido incluidos en el Plan, como ocurrió en 1992 con los alcaldes de Tacna y Tumbes, cuando Fujimori dio el Decreto de la municipalización educativa.
En el momento actual no hay una discusión seria sobre la municipalización educativa. Pero se nota que hay incertidumbre sobre el futuro presupuestal que depara a las municipalidades ante la ausencia de un presupuesto nacional adecuado para las escuelas públicas.
Un informe firmado por el Coordinador Regional del Ministerio de Educación, que no se puede citar porque es un documento fotocopiado y sin número de páginas, señala que del 100% del monto gastado hasta octubre del presente año en el proceso de la municipalización educativa en curso, el 70% corresponde a los fondos municipales y sólo el 30% al gobierno central. Esta información es suficiente para saber, con anticipación, que el gobierno central está buscando evadir su responsabilidad económica. El informante eleva loas a los gobiernos municipales involucrados porque están “demostrando” que son capaces de liderar la municipalización de la educación para “mejorar la calidad de la educación”.
Pero ya sabemos que, conociendo lo que viene ocurriendo, el Alcalde de Surco ha anticipado la devolución de las escuelas al Ministerio de Educación por cuanto éste no ha cumplido con girar el presupuesto programado. De igual manera, en el distrito de Belén, en la provincia de Maynas-Iquitos, Alcalde y concejales han puesto condiciones para asumir la municipalización, entre ellas, el cumplimiento de las obligaciones presupuestales por el gobierno central. En Parcona, Ica, uno de los concejales que asistió a una conferencia convocada por el SUTE distrital en el 2008, declaró, en su intervención que ellos habían aceptado asumir la administración de la educación sin haber discutido previamente esta política educativa, sobre todo porque el Alcalde se había comprometido ante el Ministerio de Educación.
Ya han comenzado a manifestarse los problemas presupuestales para el pago de los maestros en algunas municipalidades que están procesando las planillas, respondiendo con el argumento de las “fallas técnicas”, que también ha sido el argumento del Ministro de Educación frente a las irregularidades ocurridas durante la evaluación estandarizada del 15 de noviembre 2009.
Lo que viene ocurriendo no son sino pequeños indicios de lo que ocurrirá más adelante, en el mediano y largo plazo, con la municipalización de la educación.
Los onjetivos reales de la Municipalización de la Educación.
Los argumentos para la municipalización que levantan los neoliberales esconden los verdaderos objetivos que persiguen con la transferencia de las escuelas a las municipalidades.
En primer lugar, la municipalización de la educación busca reducir más el presupuesto del gobierno central para la educación pública, cargando gran parte del gasto a las municipalidades, lo que obligará a éstas a reducir sus gastos en otros rubros. En Argentina, las municipalidades, insolventes para sus gastos ordinarios, debieron de crear impuestos en sus respectivas jurisdicciones para financiar la educación pública, afectado los ingresos familiares. En el momento actual esta situación no se ha presentado aún, pues el gobierno central está cuidando el proceso de transferencias iniciales para no desanimar a los alcaldes y concejales. La reducción del gasto en educación por el gobierno central se aplicará también en el rubro de los salarios magisteriales, cuyo congelamiento ha empezado con el gobierno fujimorista, continuando con el gobierno del ex Presidente Alejandro Toledo y convirtiéndose en norma con la Les 29062, mal llamada Ley de Carrera Pública Magisterial.
En segundo lugar, con la municipalización de la educación se promueve la privatización indirecta de la educación, ya que las municipalidades, para cumplir con las distintas acciones que supone la conducción de la educación, realizará convenios con entidades privadas, las que lucrarán con parte del presupuesto dedicado a la educación; adjudicará determinadas escuelas a entidades privadas, como viene ocurriendo con las escuelas “por convenio”, con las consecuencias que supone una administración escolar que busca el lucro. En el mediano y largo plazo, las principales responsabilidades de la conducción de la educación por las municipalidades serán asumidas por delegación, por convenio y obligando mayores gastos a los padres de familia.
En tercer lugar, la municipalización de la educación busca la extinción paulatina de las relaciones laborales de los trabajadores en la educación (docentes y personal administrativo) con el gobierno central, pero sin que las municipalidades asuman tales responsabilidades laborales, salvo la ejecución de los pagos como ordena el gobierno central. La Ley 29062 es el instrumento ad hoc para la desregulación laboral de los maestros. No hay duda que ante la extinción de las relaciones laborales con el gobierno central, los trabajadores en la educación exigirán sus derechos ante los gobiernos municipales, que es lo que el gobierno persigue para desentenderse de los derechos laborales y profesionales.
En cuarto lugar, la municipalización de la educación pretende debilitar las organizaciones sindicales de docentes y administrativos al municipalizar las relaciones laborales. En tal sentido, la municipalización de la educación, como ocurrió en Chile y Nicaragua, persigue la atomización de las organizaciones sindicales nacionales que hoy existen.
Las consecuencias de la Municipalización de la Educación.
Una primera consecuencia será el mayor abandono de la escuela pública, en dos sentidos: por la reducción del presupuesto nacional y por una gestión pedagógica y administrativa sin orientación coherente.
Otra consecuencia que vendrá es la atomización del proceso educativo, la disgregación en la orientación pedagógica, pues cada municipalidad, con sus asesores, hará lo que crea conveniente, al margen de una orientación articulada que dé sentido al proceso educativo.
Una tercera consecuencia se refiere al empeoramiento de las condiciones laborales de los docentes, debilitando su espíritu de trabajo y su dedicación exclusiva al trabajo educativo, como ya viene ocurriendo en las últimas cuatro décadas.
Todo lo anterior influirá en un mayor ahondamiento de la crisis de la educación peruana, en el mayor deterioro del proceso educativo que estamos viviendo, consecuencia que en nada interesa a los gobernantes, pues ellos tienen, para su familia, sus propias escuelas y universidades, no tanto para formar buenos profesionales al servicio del país, sino para lucrar con el negocio de la educación y las relaciones en las altas esferas del poder.
Algunas conclusiones y propuestas.
Con la fuerza que tiene actualmente la derecha neoliberal en el gobierno y en la economía, más su influencia ideológica y política en la gran mayoría de gobiernos regionales y municipales, la municipalización de la educación puede imponerse en todo el país si el 2011 los neoliberales vuelven a ganar las elecciones generales.
Hay, sin embargo, posibilidades para contrarrestar esa hegemonía neoliberal y debilitar la municipalización de la educación si es que se retoma el trabajo de explicación de su verdadero significado, de esclarecimiento a los padres de familia y a las propias autoridades municipales y regionales, pues se observa una falta de iniciativa al respecto, salvo los maestros de base que vienen desarrollando una campaña para evitar que la municipalización de la educación se convierta en otro factor de la crisis de nuestra educación.
En el mediano y largo plazo, de imponerse la municipalización de la educación, su fracaso es un hecho indiscutible, no porque simplemente busquemos ese fracaso, sino porque constituye una política neoliberal, por tanto, contraria al desarrollo de una educación pública de contenido integral y al servicio de las mayorías. El neoliberalismo ha demostrado ya su fracaso, pero en el Perú se pretende mantenerlo y hasta consolidarlo.
Hay algunas alternativas que debemos desarrollar:
a) Estudiar, comprender y explicar el contenido y el significado de la municipalización de la educación, como parte de las políticas neoliberales, para buscar que el pueblo asuma la lucha contra ella y a favor de la escuela pública gratuita y universal.
b) Plantear con precisión las responsabilidades de los gobiernos municipales que asumen la municipalización de la educación, advirtiéndoles que en el futuro no rehúyan tales responsabilidades cuando el fracaso se haga evidente. Los maestros debemos de advertir con claridad lo que va a ocurrir para en el futuro no vuelvan a culparnos de la actual crisis de la educación ni del fracaso de la municipalización de la educación.
c) Exigir al gobierno central los derechos económicos y sociales del magisterio y de todos los trabajadores en la educación, pero también, eventualmente, a los gobiernos municipales que hayan asumido la municipalización de la educación.
d) En articular, los maestros debemos seguir luchando por una nueva educación en el Perú a través de un Proyecto Educativo Nacional sustentado en la escuela pública única, de contenido integral al servicio del pueblo y del desarrollo nacional. Esta lucha debe traducirse en la elaboración, desde el seno del magisterio organizado en su sindicato, de los proyecto educativos regionales, tal como viene haciéndolo el SUTE Regional Loreto y sus bases provinciales.
e) En el contexto de las elecciones regionales y municipales del 2010 debemos emplazar a los candidatos frente al proyecto neoliberal de municipalización de la educación: ¡NINGÚN MUNICIPALIZADOR A LOS GOBIERNOS LOCALES!
Lima, diciembre del 2009.
Aunque conocidos son los casos del fracaso de la municipalización de la educación en los países latinoamericanos donde ciertos gobiernos neoliberales la impusieron como parte de sus reformas educativas de privatización, es necesario volver a recordar esas experiencias.
Es necesario hacerlo por cuanto hay gobernantes y funcionarios, incluidos parlamentarios que, en lugar de estudiar los casos donde realmente se dio la municipalización y ésta fracasó, se ufanan en buscar “modelos” donde no existen (Finlandia y Cuba, en ese caso). Podrían haber viajado a Chile para que vean cuáles son los restos de las escuelas municipalizadas por Pinochet. También a Argentina para comprobar lo que dejó el gobierno neoliberal de Saúl Menem con su política educativa de privatización y municipalización.
El caso chileno es el de mayor relevancia en las experiencias de municipalización de la educación en América Latina bajo la dirección del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Es relevante no solamente porque fue el primero en América Latina, sino porque los gobiernos neoliberales que vinieron a partir de fines de los 80 del siglo XX lo consideraron una especie de modelo, como parte de la reforma educativa neoliberal. Pero luego de las evaluaciones del rendimiento escolar se comprobó los resultados negativos en las escuelas municipalizadas, en las directamente privatizadas y subsidiadas. No hubo, pues, un mejoramiento de la calidad educativa. Pero lo más negativo fue observado en 1990, cuando la Concertación Democrática asumió el gobierno luego de la derrota política del candidato de Pinochet: todas las escuelas municipalizadas se encontraban abandonadas, con escasez de alumnos y con una administración calamitosa. El gobierno decidió “recuperar” cinco mil escuelas e invertir en ellas. Toda la reforma educativa neoliberal de Chile fracasó. Lo que algunos llaman “educación de calidad” en Chile es la que conservan, para sus fines, las clases dominantes en sus centros privados, donde forman a sus cuadros técnicos al servicio del gran capital, pero estas escuelas solo cubren un % mínimo de la matrícula, como escuela de una élite que maneja ese país. Por supuesto que hay algunas universidades del Estado que mantienen el nivel que tenían desde mediados del siglo XX, antes de la reforma neoliberal, como ocurre en el Perú con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos que, pese al abandono presupuestal por el gobierno central, todos los años ocupa el primer lugar en las ciencias médicas, a lo que se suma su prestigio en el campo de las ciencias sociales, las ciencias políticas y las ciencias del lenguaje.
Lo que ocurrió en Argentina es más calamitoso, porque se trata de un país que tenía, hasta los años 80, el sistema educativo más avanzado de América Latina, con una población escolarizada y de un nivel escolar promedio superior al de los demás países de este subcontinente. La reforma educativa de Saúl Menem, entre 1990 y 2000, procedió, entre otras políticas de Estado, a municipalizar la educación, la salud y hasta el servicio de la policía. Como el presupuesto girado por el gobierno central era insuficiente, como lo es en el Perú, las municipalidades tuvieron que resolver el faltante. Hacia 1997 los gobiernos provinciales se encontraron en falencia económica para pagar las remuneraciones de los servidores públicos, recurriendo a los vales cambiables en los centros de comercio. Menem dejó su país en bancarrota y su sistema educativo en completo caos. ¿Cuánto ha costado su “reforma” y cuánto está costando, en los años que van del siglo XXI, resolver los problemas creados?
¿Y Nicaragua? Desde 1990, cuando la presidenta Violeta Chamorro empezó a imponer las políticas neoliberales, también estableció la municipalización de la educación y obligó a los maestros desintegrar su sindicato nacional y organizase en sindicatos provinciales (municipales). Como siguió siendo sustituida por otros gobernantes neoliberales, la municipalización de la educación continuó hasta hace tres años, en que el nuevo gobierno sandinista se ha propuesto reestructurar el sistema educativo de Nicaragua. ¿Qué ocurrió? No solamente se deterioró más la educación pública escolarizada, sino que se abandonó el seguimiento de la alfabetización, de manera que este flagelo cultural volvió a Nicaragua en menos de quince años. Con el gobierno sandinista actual se ha vuelto a recuperar la alfabetización. ¿Se interesaron las municipalidades en resolver los problemas de la educación? En caso de que se hubieran interesado, ¿tuvieron la capacidad económica y profesional para hacerlo?
¿Qué ha ocurrido en Brasil, Honduras, México y Bolivia, por ejemplo, con la municipalización de la educación y con toda la reforma educativa neoliberal? Los cantos de sirena de los reformadores se han esfumado, pero no se escucha ninguna autocrítica de su parte.
¿Y qué está ocurriendo con la municipalización "piloto" en el Perú actual?.
El 2006 el gobierno aprista anunció su decisión de municipalizar la educación y estableció su Plan Piloto apelando a los argumentos que hemos mencionado líneas arriba. En su discurso de anuncio, el Presidente Alan García afirmó que las municipalidades tienen la capacidad para conducir la educación.
La primera evidencia es que la municipalización no ha estado, en ningún momento, en la agenda de los gobiernos locales. Ningún evento de la AMPE lo ha planteado como parte de su programa administrativo de las ciudades y pueblos. Es el gobierno central el que les ha “propuesto” la transferencia de la educación primaria. La mayoría de los gobiernos municipales incluidos en el Plan Piloto han aceptado sin un mayor análisis del significado de tal política educativa. Algunos de ellos, incluso, se han sentido “honrados” por haber sido incluidos en el Plan, como ocurrió en 1992 con los alcaldes de Tacna y Tumbes, cuando Fujimori dio el Decreto de la municipalización educativa.
En el momento actual no hay una discusión seria sobre la municipalización educativa. Pero se nota que hay incertidumbre sobre el futuro presupuestal que depara a las municipalidades ante la ausencia de un presupuesto nacional adecuado para las escuelas públicas.
Un informe firmado por el Coordinador Regional del Ministerio de Educación, que no se puede citar porque es un documento fotocopiado y sin número de páginas, señala que del 100% del monto gastado hasta octubre del presente año en el proceso de la municipalización educativa en curso, el 70% corresponde a los fondos municipales y sólo el 30% al gobierno central. Esta información es suficiente para saber, con anticipación, que el gobierno central está buscando evadir su responsabilidad económica. El informante eleva loas a los gobiernos municipales involucrados porque están “demostrando” que son capaces de liderar la municipalización de la educación para “mejorar la calidad de la educación”.
Pero ya sabemos que, conociendo lo que viene ocurriendo, el Alcalde de Surco ha anticipado la devolución de las escuelas al Ministerio de Educación por cuanto éste no ha cumplido con girar el presupuesto programado. De igual manera, en el distrito de Belén, en la provincia de Maynas-Iquitos, Alcalde y concejales han puesto condiciones para asumir la municipalización, entre ellas, el cumplimiento de las obligaciones presupuestales por el gobierno central. En Parcona, Ica, uno de los concejales que asistió a una conferencia convocada por el SUTE distrital en el 2008, declaró, en su intervención que ellos habían aceptado asumir la administración de la educación sin haber discutido previamente esta política educativa, sobre todo porque el Alcalde se había comprometido ante el Ministerio de Educación.
Ya han comenzado a manifestarse los problemas presupuestales para el pago de los maestros en algunas municipalidades que están procesando las planillas, respondiendo con el argumento de las “fallas técnicas”, que también ha sido el argumento del Ministro de Educación frente a las irregularidades ocurridas durante la evaluación estandarizada del 15 de noviembre 2009.
Lo que viene ocurriendo no son sino pequeños indicios de lo que ocurrirá más adelante, en el mediano y largo plazo, con la municipalización de la educación.
Los onjetivos reales de la Municipalización de la Educación.
Los argumentos para la municipalización que levantan los neoliberales esconden los verdaderos objetivos que persiguen con la transferencia de las escuelas a las municipalidades.
En primer lugar, la municipalización de la educación busca reducir más el presupuesto del gobierno central para la educación pública, cargando gran parte del gasto a las municipalidades, lo que obligará a éstas a reducir sus gastos en otros rubros. En Argentina, las municipalidades, insolventes para sus gastos ordinarios, debieron de crear impuestos en sus respectivas jurisdicciones para financiar la educación pública, afectado los ingresos familiares. En el momento actual esta situación no se ha presentado aún, pues el gobierno central está cuidando el proceso de transferencias iniciales para no desanimar a los alcaldes y concejales. La reducción del gasto en educación por el gobierno central se aplicará también en el rubro de los salarios magisteriales, cuyo congelamiento ha empezado con el gobierno fujimorista, continuando con el gobierno del ex Presidente Alejandro Toledo y convirtiéndose en norma con la Les 29062, mal llamada Ley de Carrera Pública Magisterial.
En segundo lugar, con la municipalización de la educación se promueve la privatización indirecta de la educación, ya que las municipalidades, para cumplir con las distintas acciones que supone la conducción de la educación, realizará convenios con entidades privadas, las que lucrarán con parte del presupuesto dedicado a la educación; adjudicará determinadas escuelas a entidades privadas, como viene ocurriendo con las escuelas “por convenio”, con las consecuencias que supone una administración escolar que busca el lucro. En el mediano y largo plazo, las principales responsabilidades de la conducción de la educación por las municipalidades serán asumidas por delegación, por convenio y obligando mayores gastos a los padres de familia.
En tercer lugar, la municipalización de la educación busca la extinción paulatina de las relaciones laborales de los trabajadores en la educación (docentes y personal administrativo) con el gobierno central, pero sin que las municipalidades asuman tales responsabilidades laborales, salvo la ejecución de los pagos como ordena el gobierno central. La Ley 29062 es el instrumento ad hoc para la desregulación laboral de los maestros. No hay duda que ante la extinción de las relaciones laborales con el gobierno central, los trabajadores en la educación exigirán sus derechos ante los gobiernos municipales, que es lo que el gobierno persigue para desentenderse de los derechos laborales y profesionales.
En cuarto lugar, la municipalización de la educación pretende debilitar las organizaciones sindicales de docentes y administrativos al municipalizar las relaciones laborales. En tal sentido, la municipalización de la educación, como ocurrió en Chile y Nicaragua, persigue la atomización de las organizaciones sindicales nacionales que hoy existen.
Las consecuencias de la Municipalización de la Educación.
Una primera consecuencia será el mayor abandono de la escuela pública, en dos sentidos: por la reducción del presupuesto nacional y por una gestión pedagógica y administrativa sin orientación coherente.
Otra consecuencia que vendrá es la atomización del proceso educativo, la disgregación en la orientación pedagógica, pues cada municipalidad, con sus asesores, hará lo que crea conveniente, al margen de una orientación articulada que dé sentido al proceso educativo.
Una tercera consecuencia se refiere al empeoramiento de las condiciones laborales de los docentes, debilitando su espíritu de trabajo y su dedicación exclusiva al trabajo educativo, como ya viene ocurriendo en las últimas cuatro décadas.
Todo lo anterior influirá en un mayor ahondamiento de la crisis de la educación peruana, en el mayor deterioro del proceso educativo que estamos viviendo, consecuencia que en nada interesa a los gobernantes, pues ellos tienen, para su familia, sus propias escuelas y universidades, no tanto para formar buenos profesionales al servicio del país, sino para lucrar con el negocio de la educación y las relaciones en las altas esferas del poder.
Algunas conclusiones y propuestas.
Con la fuerza que tiene actualmente la derecha neoliberal en el gobierno y en la economía, más su influencia ideológica y política en la gran mayoría de gobiernos regionales y municipales, la municipalización de la educación puede imponerse en todo el país si el 2011 los neoliberales vuelven a ganar las elecciones generales.
Hay, sin embargo, posibilidades para contrarrestar esa hegemonía neoliberal y debilitar la municipalización de la educación si es que se retoma el trabajo de explicación de su verdadero significado, de esclarecimiento a los padres de familia y a las propias autoridades municipales y regionales, pues se observa una falta de iniciativa al respecto, salvo los maestros de base que vienen desarrollando una campaña para evitar que la municipalización de la educación se convierta en otro factor de la crisis de nuestra educación.
En el mediano y largo plazo, de imponerse la municipalización de la educación, su fracaso es un hecho indiscutible, no porque simplemente busquemos ese fracaso, sino porque constituye una política neoliberal, por tanto, contraria al desarrollo de una educación pública de contenido integral y al servicio de las mayorías. El neoliberalismo ha demostrado ya su fracaso, pero en el Perú se pretende mantenerlo y hasta consolidarlo.
Hay algunas alternativas que debemos desarrollar:
a) Estudiar, comprender y explicar el contenido y el significado de la municipalización de la educación, como parte de las políticas neoliberales, para buscar que el pueblo asuma la lucha contra ella y a favor de la escuela pública gratuita y universal.
b) Plantear con precisión las responsabilidades de los gobiernos municipales que asumen la municipalización de la educación, advirtiéndoles que en el futuro no rehúyan tales responsabilidades cuando el fracaso se haga evidente. Los maestros debemos de advertir con claridad lo que va a ocurrir para en el futuro no vuelvan a culparnos de la actual crisis de la educación ni del fracaso de la municipalización de la educación.
c) Exigir al gobierno central los derechos económicos y sociales del magisterio y de todos los trabajadores en la educación, pero también, eventualmente, a los gobiernos municipales que hayan asumido la municipalización de la educación.
d) En articular, los maestros debemos seguir luchando por una nueva educación en el Perú a través de un Proyecto Educativo Nacional sustentado en la escuela pública única, de contenido integral al servicio del pueblo y del desarrollo nacional. Esta lucha debe traducirse en la elaboración, desde el seno del magisterio organizado en su sindicato, de los proyecto educativos regionales, tal como viene haciéndolo el SUTE Regional Loreto y sus bases provinciales.
e) En el contexto de las elecciones regionales y municipales del 2010 debemos emplazar a los candidatos frente al proyecto neoliberal de municipalización de la educación: ¡NINGÚN MUNICIPALIZADOR A LOS GOBIERNOS LOCALES!
Lima, diciembre del 2009.
1 comentario:
Muy interesante su aporte con respecto al tema, me gustaría tocar como un tema de tesis para mi maestría, no sé qué le parece mi idea o alguna sugerencia.
Mi email es edgaruap@hotmail.com
Saludos
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