Profesor Luis Miguel Espino Delgado. Secretario General del SUTE BASE "Santa Teresita" - Cajamarca. Ex Secretario General del SUTEC. Cajamarca.
I Puesto Nacional en el Concurso de EDUCARED Perú - 2009.
En momentos pre-electorales y electorales políticos o sindicales surge la necesidad de hacer algunas precisiones sobre la conducta de algunos dirigentes y aspirantes a ser dirigentes, me refiero a la convicción política y el oportunismo político como cualidades o signos que tipifican a la persona, una en forma positiva y la otra en forma negativa.
La convicción es la seguridad que tiene una persona de la verdad o certeza, de lo que piensa o siente. Es la capacidad para convencer a los demás. Es la idea ética, política y sindical a la que uno está fuertemente adherido; por lo tanto cualidad que debemos desarrollarla y ponerlo al servicio de una organización sindical, mientras que por el otro lado, debemos combatir con mucha firmeza el oportunismo. En el plano sindical, la convicción está estrechamente ligada y sirve de sustento a la prédica y práctica de los principios del sindicalismo clasista.
El oportunismo es la habilidad para aprovechar cualquier oportunidad anteponiendo el beneficio personal a cualquier otro principio o actitud: oportunismo político. Oportunista se le denomina a la persona que se acomoda a las circunstancias en beneficio propio, incluso en contra de sus valores. Actitud que aprovecha las circunstancias momentáneas para el propio interés. Ejemplo ha llegado a ocupar un cargo, ese puesto lo logro por oportunismo. El oportunista es toda persona voluble, cambiante en cuanto a criterio y posiciones políticas. Hay dos factores que inciden en la metamorfosis del oportunista; primero las circunstancias adversas, luego están de por medio los intereses personales. Algunos oportunistas de la política han querido confundir y mezclar el oportunismo con el pragmatismo. Ambas concepciones son completamente opuestas. El pragmático flexibiliza su posición para no perder la batalla o la guerra, no renuncia a sus valores, por el contrario, los mantiene y los defiende, mientras que el oportunista por unas cuantas lentejas se vende y se pasa al bando contrario. El oportunismo está ligado con las desviaciones del sindicalismo.