sábado, 22 de mayo de 2010

Educación peruana: ¿Revolución educativa aprista?.

José Ramos Bosmediano, educador, miembro de la Red Social para la Escuela Pública en las Américas (Red SEPA, Canadá), ex Secretario General del SUTEP (Perú).

En las vísperas del fin del segundo gobierno aprista en el Perú, el Presidente Alan García ha decidido abrumar a los peruanos con una campaña propagandística a través de todos los medios de comunicación, avisos pagados e intervenciones personales en inauguraciones de obras públicas, cuyo contenido es “demostrar” que está realizando una “revolución educativa” que nos llevará a convertirnos en los líderes de los países sudamericanos, predicando, como discípulo criollo de los neoliberales, la era del conocimiento, ¡también en el Perú!

Su vaticinio parte de algunas políticas educativas que viene aplicando desde el 2006: evaluación y capacitación docente, carrera pública magisterial con “meritocracia”, municipalización de la educación, creación de “colegios emblemáticos” y un “colegio mayor” en Huampaní, construcciones escolares “emblemáticas”, creación de nuevas universidades públicas y privadas y un “nuevo” currículo para la educación básica desde el 2009.

La frondosa propaganda de la supuesta revolución educativa tiene un escenario, sin embargo, bochornoso para su gobierno: la evidente putrefacción moral de su partido y su gobierno, con un trasfondo de políticas económicas y sociales en beneficio de las transnacionales y en perjuicio de las masas trabajadoras y del pueblo, sin mencionar la depredación de los recursos naturales. No es muy fácil entender la incompatibilidad entre un gobierno corrupto, antipopular y entreguista (antinacional) y la realización de una “revolución educativa”.

miércoles, 12 de mayo de 2010

La corrupción estructural en el Perú.

José Ramos Bosmediano, educador, miembro de la Red Social para la Escuela Pública en las Américas (Red SEPA, Canadá), ex Secretario General del SUTEP, Perú.

Como ya ocurrió en el pasado y desde el siglo XIX en el Perú, cada gobierno de turno opaca al anterior o a los anteriores en los actos de corrupción descubiertos, aun cuando los no descubiertos o no divulgados, precisamente por la recurrente corrupción para ocultar delitos, los descubiertos hoy ponen en la penumbra de la memoria colectiva, si no todas, casi todas las tropelías gubernamentales de esta república que dentro de 10 años más cumplirá dos siglos de descalabrada existencia.

Resulta que el segundo gobierno aprista que fenece el 28 de julio del 2011 ha vuelto a reproducir las atrocidades de su primer fracaso de 1985-1990. Frente a lo que ocurre hoy, el de Toledo aparece como “poco corrupto”, y hasta la charca fujimorista, con decenas de procesados y condenados del conjunto esa hidra de la corrupción gubernamental, parece esfumarse de esa memoria históricamente acostumbrada a no saber amar ni odiar.

La ideología de la corrupción.

La corrupción en el Perú no tiene vallas ideológicas en un vasto sector de ciudadanos, votantes arrastrados por el clientelismo político o por la ideología militarista que se prosterna ante cualquier dictador con uniforme militar.
¡ Apostemos por una nueva educación en nuestro país !
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