Por: José Ramos Bosmediano, Ex Secretario General del SUTEP.
Sin haber resuelto el problema de la educación en general, es decir, sin haber trazado un proyecto de educación nacional que constituya un nuevo derrotero para superar la ya larga y profunda crisis de nuestra educación, se está poniendo énfasis en la descentralización educativa y la elaboración de un proyecto educativo regional en cada una de las regiones establecidas a partir del 2002. Pero, podría argumentarse, está la nueva Ley General de Educación, la Ley No. 28044, que diseña un nuevo sistema educativo nacional. Desde nuestro punto de vista, que venimos exponiendo en los seminarios pedagógicos del SUTEP a los cuales podemos asistir cuando somos invitados, la nueva ley de educación no plantea un nuevo sistema educativo; pues lo que hace es recomponer parte del sistema escolar tomando como base la teoría neoliberal de la educación que impuso el Banco Mundial durante la década del fujimorismo, con sus fundamentos privatizadores. Este es el problema de fondo de todo proceso de descentralizador de la educación: qué sistema educativo descentralizaremos, ¿el viejo, el neoliberal que nos han impuesto? No es muy fácil, pues, reunirse y elaborar un proyecto de educación regional (Tumbes, Loreto, Ancash, etc.) y ya estamos descentralizando la educación peruana.
Al lado de este asunto crucial, está el hecho de que la regionalización del país no ha concluido. Resulta que, según la Ley de Bases de la Descentralización, las 24 regiones consideradas, sobre bases departamentales, deben variar integrando dos o más regiones para conformar otras nuevas de carácter macro. Los plazos para este proceso de macrorregionalización están corriendo. ¿Qué ocurrirá con los proyectos educativos regionales que se vienen discutiendo en las actuales regiones-departamentos? Frente a este nuevo problema hay que considerar la irresponsabilidad de quienes, siendo gobernantes, no supieron discutir adecuadamente el problema de la regionalización. Han procedido, por decir lo menos, con el método del tanteo, del acierto y el error. Pareciera que dejaron de lado, o desconocieron, los grandes aportes de los fundamentadores de la descentralización del país, como Manuel Vicente Villarán, Jorge Basadre, José Carlos Mariátegui, Víctor Andrés Belaúnde, Emilo Romero, fundamentalmente. La situación se agrava cuando la descentralización se viene ejecutando teniendo como marco constitucional la Constitución neoliberal de l993, aun cuando en el 2002 se haya modificado los artículos correspondientes a la regionalización, sin cambiar el tipo de economía y de Estado diseñado por la mencionada Constitución.
Los dos problemas mencionados, al no resolverse, traban cualquier proceso de descentralización educativa en el país, considerando que la educación no puede marchar al margen del factor económico y del factor social. ¿Nos está, entonces, vedado trabajar ya por la descentralización de la educación en cada provincia y en cada localidad donde los maestros contribuimos con la educación de nuestro pueblo? Claro que no. Precisamente nuestra contribución a la lucha por la descentralización de la educación empieza por formularnos las preguntas fundamentales y por considerar los problemas básicos, de los cuales fluyen las preguntas. Al mismo tiempo, estando inmersos en el trabajo docente, nos corresponde ejecutar también pedagogías que rescaten las especificidades de nuestro país en sus diversas regiones y provincias, sin desligar dichas especificidades del proyecto de sociedad que aspiramos construir. Como este proyecto de país no existe todavía, el reto es doble: trabajar por la descentralización de la educación y también por un país democrático y justo, con desarrollo social y estructura descentralizada.
Teniendo en cuenta lo anterior, estamos considerando dos tipos de fundamentos para la elaboración de un proyecto educativo regional: los fundamentos de alcance nacional y los específicamente regionales.
Fundamentos Nacionales.
Comprenden: el Proyecto Educativo Nacional y el Proyecto Nacional. El Proyecto Educativo Nacional significa la nueva reforma educativa que debe darse al Perú, dejando atrás las reformas fracasadas a lo largo de la vida republicana, pero también a la reforma neoliberal que también ha fracasado, incluso bajo los parámetros del aprendizaje por competencias impuesto por el Banco Mundial. Una nueva reforma educativa significa plantear nuevos fines y objetivos como orientaciones para la nueva educación del país. Se requiere también establecer las bases programáticas de la nueva educación, por ejemplo, la escuela pública gratuita y universal para todos, lo mismo que la coeducación obligatoria, la formación politécnica integral. Un elemento de suma importancia es el proyecto de cultura nacional como eje de unidad nacional en lo educativo y axiológico (valores). Sigue el currículo básico nacional que orienta lo diversificado de la realidad educativa del país, sin convertirse en recetario pero cimentando la unidad del sistema educativo. El proyecto educativo nacional no puede sustraerse, como lo pretende el neoliberalismo, de una política magisterial de carácter nacional, que respete y fortalezca la carrera pública magisterial de formación inicial y continua, de reconocimiento nacional de los derechos de los maestros, que no son provinciales ni regionales, sino nacionales.
El Proyecto Nacional se refiere al tipo de Estado y al tipo de sociedad peruana que aspiramos. Eso supone una nueva economía y un nuevo tipo de organización social, solidaria y cooperativa, diferente a la individualista que promueve hoy, con más fuerza, la economía neoliberal. Hay que incluir en el proyecto nacional la nueva cultura y el desarrollo de la ciencia y la tecnología al servicio del desarrollo integral del país y en beneficio de las mayorías nacionales.
Fundamentos Regionales.
Si un país tiene un proyecto nacional, en los términos ya señalados, será posible construir regiones autónomas y democráticas, economías regionales planificadas y sus correspondientes proyectos integrales de desarrollo regional, así como las políticas de servicios sociales integrales y gratuitos. Estos fundamentos son imprescindibles para la descentralización de la educación. Lo que viene ocurriendo en cada uno de los ámbitos municipales y regionales en el Perú de hoy, lo que ha ocurrido en el intento descentralizador del 90-92, es sólo descentralización de la pobreza y la corrupción.
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