martes, 25 de diciembre de 2012

¡ Al maestro con cariño, siempre lo recordaremos !


 Por Luis Cerna Cabrera.
Profesor de Lengua y Literatura.

JOSÉ RAMOS BOSMEDIANO HA MUERTO

Con profundo dolor me pongo a esbozar estas dos palabras a esta hora en que ya no está con nosotros el c. J. Ramos Bosmediano. Se ha alejado  físicamente nuestro más elevado amigo, camarada, maestro, líder y luchador social. Al enterarme de su partida, me he quedado pensando en tan grande pérdida para el pueblo peruano. Reflexiono y digo que todo lo bueno debería ser eterno. No se trata de una desaparición común y corriente. ¡Qué pérdida para irreparable! ¡Qué ejemplo el que nos deja José Ramos Bosmediano!

Hace unos  tres años tuve el honor de conocerlo personalmente acá en Cajamarca. Me quedé admirado, una vez más, de  la sencillez de los hombres sabios. Él no escatimaba el tiempo, parecía un amigo cajamarquino que no tenía premura por nada. Los tres con Luis Espino anduvimos por algunas calles del barrio La Colmena. Bien lo recuerdo. No estaba pensando en volver a Lima. Le sentaba Cajamarca. Quería aprovechar lo más que podía su estada en esta tierra. Le gustaba conversar mucho; pero más  le gustaba escuchar a su interlocutor. Así son los grandes. Cuentan los que han hecho las mejores semblanzas de Fidel, que el excelso líder cubano viviente solía preguntar mucho y a muchos, incluso a los que aparentaban no saber casi nada. Y cuando se le inquiría por qué le pregunta, incluso a los que no saben, él contestaba: "Para confirmar mis aseveraciones". Eso es ser grandes. Ese es el concepto que yo me formé de J. Ramos Bosmediano. A partir de ahora debemos rendir homenaje diariamente a este arquetipo del sindicalismo peruano. Debemos leer sus fecundos artículos de opinión que felizmente están en Internet. ¡Cómo poder olvidar su argumentación tan sólida acerca de la inviabilidad de la municipalización de la educación en el Perú! Ese era su fuerte. Lo conocía de cabo a rabo. Precisamente, J. Ramos Bosmediano nunca habló o escribió a media voz. Siempre lo hizo en voz alta, con valentía, con plena libertad, tal como lo había expresado José Martí al referirse a la libertad: "Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía". Y eso es lo que hacía invariablemente nuestro extinto c. de una ideología, de un principio y de una fe muy pocas veces vistos en nuestra Patria. Creo que J. Ramos Bosmediano con su partida ha querido materializar lo que diría alguna vez William Hurtado de Mendoza en su poema:

           HOY HE MUERTO

     “No es mentira.
       Hoy he muerto, cinco veces, y
        cinco veces me han llamado a la vida.
         Yo no sé, para qué.
          ¿Para seguir rodando? No.
           Yo no quiero ya dar vueltas;
            ya lo han dicho otros hombres:
            ‘Paren la tierra, voy a bajar’,
             y bajen todos los que no quieren
              sus sentimientos perder.
                        ‘Voy a bajar’
                       prostitución, no quiero.
                    Y hoy he muerto;
                  porque nadie, nadie
                paró la tierra,
              sabiendo que están dando vueltas
            en el lodo del vicio,
          en la tierra del pecado,
         la barbarie y la explotación.
       ¿Para qué me llamaron hoy?,
      si cada vez que moría avanzaba,
allá donde no queda ni el recuerdo
 del fétido mundo de los vivos.
  ¿Y por qué me llamaste tú?,
   ¿y por qué ustedes?
    Si vivir les gusta
     en el prostíbulo y
      la explotación.
       Los dejo.
        Yo me bajo.
         Paren la tierra,
          voy a bajar…  

AL GRAN MAESTRO PEPE RAMOS BOSMEDIANO:

PEPE, de ti aprendí a amar la HERMOSA CARRERA DE MAESTRO
siendo yo aún adolescente,
me guiaste en la toma de consciencia
de que la labor del maestro siempre
está comprometida con los problemas sociales del pueblo...

Las personas con quienes compartiste tu vida,
aquellos que te quieren y te querrán por siempre
te nombramos propiedad universal del pueblo...,
en un SER INMORTAL...

Tú no has muerto, PEPE,... tú vives en mi corazón,
en el corazón de todos los que aprecian tu obra,
en el corazón de todos los yurimagüinos,
en el corazón del magisterio peruano, latinoamericano y mundial.
Tú estás vivo... y seguirás viviendo en el corazón de todos,...
en el corazón de este pueblo que amaste con locura.

Tu viaje sin retorno y
tu ausencia física nos causa congoja,
usando los versos modificados del poeta Roque Dalton
me conformo y afirmo,
PEPE, HAS TRABAJADO, HAS AMADO, HAS LUCHADO....
¡TÚ TAMBIÉN TIENES DERECHO A DESCANSAR!

Desde Suecia:
Eliseo Soria Reátegui
eliseo.soria@citygymnasiet.com

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